La Navidad es la mejor de las
noticias para las familias cristianas de todo el mundo. En ninguno de nuestros
hogares falta estos días un Nacimiento en el que esté presente el Pesebre y el
séquito de pastores que alaban a Dios Niño recién nacido. También encontramos a
Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, que cada vez están más cerca del
Portal de Belén para ofrecer al Niño Jesús oro, incienso y mirra.
En diferentes países del mundo,
los Belenes adoptan una forma distinta y característica de la cultura de muy
distintos lugares del planeta. Sin embargo, todos ellos celebran un mismo
acontecimiento: la Natividad del Señor. Desde hace ya ocho años, el Museo
Africano Mundo Negro de los Misioneros Combonianos reúne más de trescientos
pesebres llegados de países de cuatro continentes: América, África, Asia y
Europa.
Los alumnos de 3º y 4º de
Primaria tuvieron la suerte de contemplar esos preciosos Nacimientos el pasado
12 de diciembre. Era una manera diferente de preparar la llegada de la Navidad
y de descubrir cómo el nacimiento de Dios es capaz de unir culturas, pueblos,
tradiciones, países y hasta continentes bajo una misma representación de la
Natividad del Niño Jesús.
En esta exposición pudieron
contemplar Belenes llegados de muy distintos países del mundo como por ejemplo:
Perú, México, Colombia, Ecuador, Chile, Bolivia, Kenia, Mozambique, Togo, Costa
de Marfil, Uganda, República Democrática de Congo, Jordania, Israel, Filipinas,
China, Japón, Corea del Sur, Polonia, Francia, Portugal, Grecia, Rusia…
Cada uno de esos Belenes
representa el Nacimiento del Niño Dios con rasgos muy diferentes, de acuerdo
con los elementos distintivos de cada cultura. De ese modo, nuestros chicos
pudieron ver al Niño con rasgos indígenas, africanos, indios, chinos u
occidentales.
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