jueves, 31 de mayo de 2018

¡Con flores a María que Madre nuestra es!


Los alumnos de Infantil y Primaria no podían cerrar el mes de mayo de mejor manera que haciendo una visita a la Virgen María en la Capilla del Colegio Corpus Christi. El mes de mayo es, ante todo, el mes que los católicos dedicamos a venerar de manera especial a María, nuestra Madre del Cielo. Su cuidado y consuelo nos sostiene todos los días del año y así será hasta la eternidad. Pero nosotros elegimos el mes de las flores para demostrarle a María que estamos felices de sentir su abrazo y protección.



 Venid y vamos todos con flores a porfía,
con flores a María, que Madre nuestra es…
con flores a María, que Madre nuestra es.


Seguro que la letra de esta canción mariana tan bonita sugiere entrañables recuerdos de la infancia a los mayores y alegra, casi al instante, a los más pequeños que la entonan risueños de memoria. 




El amor de la Virgen María es muy especial: maternal, infinito, compasivo, incondicional, protector… 




Nuestros alumnos de Infantil y Primaria lo saben muy bien y por eso han querido regalar a la Virgen una preciosa ofrenda floral el 31 de mayo en nuestra Capilla, junto a las Hermanas y sus profesoras.




¡Qué feliz estaba la Virgen María al verlos a todos juntos! Los niños han entonado preciosas canciones y también le han recitado a su Madre del Cielo varias poesías, algunas escritas por ellos mismos como en el caso de los alumnos de 5º de Primaria.




Se termina el mes de mayo de este curso 2017-2018, pero seguro que los alumnos del Corpus Christi guardan intacto su cariño hacia la Virgen María el resto del año. 




A una madre se la quiere siempre, no importa el tiempo, el espacio, la distancia o la edad. Y la Virgen María merece todo nuestro cariño y las flores más bonitas que la podamos regalar, en forma de oraciones. ¡Gracias por querernos y cuidarnos, Madre!




Venid y vamos todos con flores a porfía,

con flores a María, que Madre nuestra es…
con flores a María, que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella,
más que la luna bella, postrados a tus pies.
(estribillo)
Venimos a ofrecerte las flores de este suelo,
con cuánto amor y anhelo, Señora tú lo ves.
(estribillo)
Por ellas te rogamos, si cándidas te placen,
las que en la gloria nacen, en cambio, tú nos des.
(estribillo)



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